
“ Y fue así como diversos actores públicos y privados trabajaron juntos con un mismo propósito en la educación: llegar a más niños y mitigar el riesgo de deserción.”
Dafne Vargas – Líder del proyecto Vacaciones Re-útiles
El contexto
La crisis causada por la COVID 19 paralizó al país, no solo golpeando fuertemente la economía, sino que la educación se vio frente a un reto totalmente nuevo. Esto debido a que la pandemia trajo consigo la inmovilización y el cierre de las escuelas.
El Ministerio de Educación se adaptó a este nuevo escenario con la estrategia de educación a distancia y el programa Aprendo en Casa. Con este, logró lelgar a los estudiantes a través de la señal abierta de radio y televisión, así como la adaptación de las Carpetas de Aprendizaje, en versión digital, diseñadas en base al concepto de aprendizaje autónomo.
No obstante, en el contexto de esta crisis la prioridad para las familias más afectadas no es necesariamente el acompañar a los estudiantes diariamente en clases remotas. Algunas ni siquiera cuentan con televisor o señal para poder ver o escuchar el programa ideado por el MINEDU; Aprendo en casa.
Es así como, miles de niños, al no tener la presencia permanente de los padres o, incluso, y al tener que también trabajar para ayudar en la economía de sus casas, desertaron las clases. Para finales del 2020, se calculó que casi un millón de niños estaban en riesgo de deserción escolar.
Voluntariado como solución
Fue así como un grupo de organizaciones sociales del movimiento de PTQ nos pusimos como desafío dar respuesta a las siguientes dos preguntas: ¿Cómo podríamos reducir estos números? y ¿Qué es lo que se necesitaba entonces?
Se contaba con un material adaptado a esta nueva realidad, diseñado para que los estudiantes tengan autonomía en su organización y avance de las carpetas. Sin embargo, hacía falta un motor, que encontramos ser clave para ello y se trataba de una estrategia de acompañamiento. El poder acompañar a un estudiante que enfrenta además de la pandemia y una nueva dinámica de estudio desconocida para estos hasta entonces, se sumaba el gran desafío de gestionarse de manera autónoma. Es así como una estrategia de acompañamiento uno a uno, es lo que permitiría a los estudiantes, nutrir dos herramientas importantes para el proceso de aprendizaje: motivación y valoración.
Un acompañante que motivará al estudiante, que lo guiará tanto en su organización para el estudio, como para aprender a autovalorarse y sobre todo a aprender a reconocer los retos y los logros que va alcanzando. Si bien, el Ministerio de Educación tenía el material y la necesidad de llegar a los estudiantes. Solo faltaba una mano que ayudará a sumar fuerzas al trabajo que los docentes venían haciendo.

Nace una alianza
Así es como nació la alianza entre #PerúTeQuiero y el Minedu. En el que por primera vez, se unieron y trabajaron de manera articulada en un programa de voluntariado diversos actores públicos y privados con el mismo propósito en la educación: llegar a más niños y mitigar el riesgo de deserción.
De esta forma, desde el frente de acción #PerúTeQuiero Aprendiendo, se sumaron 10 organizaciones sociales con experiencia en metodologías de educación y acompañamiento socioemocional. Además de una gran vocación de servicio para trabajar de manera articulada junto al Minedu fortalecer la estrategia de educación a distancia. Estas organizaciones fueron: Enseña Perú, Crea Más, Educa. Impacta.Crece, Comunidades de Aprendizaje, Hoop, Mikando, Proa, Progresemos Juntos, Sonqo & Maqui y Trasciende. Todas, expertas en voluntariado y educación.
Programa Vacaciones Re-Útiles
Vacaciones Re-útiles fue el nombre que recibió el programa de voluntariado digital piloto impulsado a partir de esta articulación. ¿Por qué se llamó así? fácil porque el objetivo fue aprovechar los meses de vacaciones escolares (enero y febrero). Así se logró acompañar a los estudiantes a desarrollar las experiencias de aprendizaje de las carpetas de Aprendo en Casa entregadas por las Instituciones Educativas. ¿Cómo? A través de llamadas telefónicas personalizadas 2 veces por semana.
Durante estos 2 meses de acompañamiento logramos llegar a más de 2.424 estudiantes a través de más de 1.470 voluntarios. Niños de primer grado de primaria a quinto de secundaria, de 11 regiones del país. El esfuerzo fue grande, pero el compromiso de las organizaciones y los voluntarios, aún mayor, gracias a ellos fue que logramos impactar en más de 2.000 familias y ayudar a que más niños continúen sus estudios. Esta experiencia nos dejó con el sueño y ganas para seguir adelante y ampliar el alcance.
Porque a fin de cuentas, no hay mejor recompensa para nosotros que nuestros niños y jóvenes del Perú continúen educándose y con ello poder forjarse un mejor futuro.
Dafne Vargas – Líder del proyecto Vacaciones Reútiles
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