Según el Minsa, 7 de cada 10 personas en el Perú ha sentido que su salud mental se ha visto afectada durante la pandemia y el confinamiento obligatorio. Y así como una enfermedad con síntomas físicos puede incapacitarnos para alcanzar el bienestar, lo mismo sucede cuando descuidamos lo que sentimos o lo minimizamos.
La salud mental es un tema que, para muchos peruanos, aún es un tabú y está rodeado de estereotipos. ¿O no has escuchado a quienes dicen que la terapia “es para locos” o que ese malestar emocional “se va a pasar con el tiempo”? Aprender a identificar nuestras emociones o algún síntoma que nos traiga dificultades para vivir plenamente es el primer paso para cuidar nuestra salud mental.
Conversamos con el doctor Yuri Cutipé, Director de Salud Mental del Minsa, sobre cómo tratamos la salud mental en Perú, qué hacer para desmitificarla y el efecto que la pandemia ha tenido en muchos peruanos.

SALUD MENTAL EN EL PERÚ
¿Por qué cree que hay tanto prejuicio acerca de la salud mental?
La estigmatización de los problemas de salud mental, sobre todo de los más graves, es histórica. La psicosis y esquizofrenia, por ejemplo, son cuadros que en el mundo occidental se han identificado con estados demoníacos, lo que ha generado respuestas de rechazo por parte de la sociedad, y esto se ha perpetuado en el tiempo. Considerando las limitaciones que ha tenido la medicina para la atención de estos problemas, especialmente para la recuperación, se ha mantenido en la población la idea de que las personas con problemas de salud mental no pueden mejorar y que la única salida es el aislamiento social, de modo que se proteja a la población de los daños que puede causar una persona con trastorno mental grave.
Durante el estado de emergencia, ¿cuáles han sido los problemas de salud mental cuya incidencia se ha acentuado?
Durante la emergencia en Perú hemos atendido a unas 44 mil personas, principalmente por depresión y ansiedad, y hemos retomando la atención de pacientes graves. No contamos con los servicios suficientes, pero estamos fortaleciendo la atención en los centros de salud mental comunitarios a través de videollamadas, consultas telefónicas y grupos de atención domiciliaria. Se pondrá énfasis en los deudos de la Covid-19, el personal de salud y los sobrevivientes del virus.
Fundamentalmente la emoción que predomina en estos momentos es el miedo, que cuando se hace prolongado conduce a la ansiedad. Con el transcurso de las semanas y los meses, especialmente aquellas personas que tienen una predisposición a tener episodios de este trastorno o ya los han sufrido antes de la pandemia, podrían experimentar descompensaciones.
Afortunadamente podemos decir que en la mayor parte de la población, por su capacidad de resistencia, esta ansiedad va a disminuir conforme vayan transcurriendo los meses y disminuyendo el riesgo. Sin embargo, quedará aproximadamente entre un 20 o 30% de población que tenga algún daño ya más permanente en su salud mental y va a requerir servicios para recuperarla.

LOS CENTROS DE SALUD MENTAL COMUNITARIOS
Una herramienta para abrir el tema de la salud mental es la inclusión de los Centros de Salud Mental Comunitarios. ¿Nos puede comentar en qué consisten, cómo funcionan y por qué son tan importantes?
Los Centros de Salud Mental Comunitarios son servicios especializados y ambulatorios para la atención de los problemas de salud mental graves de la población. Cuentan con servicios especializados para niños/as y adolescentes, adultos y adultos mayores, así como terapia de lenguaje y ocupacional. También tienen servicio de farmacia que pone a disposición los medicamentos necesarios para el adecuado tratamiento de las personas en forma gratuita a través del SIS.
Estos centros son muy importantes porque al encontrarse más cerca de la población garantizan la atención especializada y la continuidad de los cuidados en especial para aquellas personas que nunca acudirán a la atención especializada por su propia cuenta. Al estar en varias regiones del Perú, los pacientes ya no tienen que pensar en Lima como la única opción para acceder a un servicio especializado.
Los Centros de Salud Mental Comunitarios funcionan de lunes a sábado durante 12 horas continuas para brindar mayores posibilidades de acceso. Las citas son programadas con los mismos pacientes acortando así los tiempos de espera y durante la pandemia se ha reforzado la atención vía telefónica y terapias en videollamadas.
En los últimos años, ¿qué otros avances se han hecho en Perú en cuanto al cuidado de la salud mental?
Si bien es cierto aun en el Estado los servicios son insuficientes para la demanda real, si la pandemia nos hubiera encontrado hace cinco años, estaríamos en peores condiciones.
Actualmente contamos con 155 CSMC a nivel nacional y se han fortalecidos los centros de salud del primer nivel de atención con profesionales en psicología. Además, se han implementado unidades de hospitalización de salud mental en los hospitales generales para contener las crisis y hogares protegidos para las personas con problemas de salud mental grave y que no cuentan con soporte familiar.

CUIDÁNDONOS NOSOTROS MISMOS
Si bien es una decisión personal y depende del tipo de trastorno, ¿qué señales en general debemos identificar para recurrir a un especialista?
El cuidado de la salud mental debería ser rutinario de manera que vayamos aprendiendo cómo reconocer algunos signos de alerta y buscar ayuda cuando sea necesario. Algunas señales más comunes en este tiempo de pandemia podrían ser:
- Dificultades para dormir por varios días seguidos.
- Cambios en el comportamiento, como apatía, fatiga, irritabilidad o impulsividad.
- Cambios en el estado de ánimo, como tristeza, euforia, temor.
- Consumo de alcohol y otras sustancias.
¿Nos puede brindar algunos consejos para cuidar nuestra salud mental?
La red familiar juega un papel muy importante en dar el soporte a las personas que ya tienen algún problema mental previo, justamente en estos momentos particulares donde hay cierta percepción de riesgo. Pese al distanciamiento, es importante estar vinculados emocionalmente a través de mensajes, llamadas o videollamadas. Además, no bajar la guardia en los cuidados de alimentación, sueño saludable y la práctica de actividades físicas.
Comentarios